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Iglesia San Carlos Borromeo
Esta tiene una historia muy significativa, se recuerda como hecho relevante el impulso que le dio el Cura Vicario Manuel Amenedo de Montenegro; concibiendo la idea de construir el edificio más grandioso de su tiempo y colaborando con el progreso de San Carlos.
Es una de las únicas edificaciones existentes en el mundo con los planos similares a Santa María situada al Sur de España, con estilo romano del Siglo IV.
La primer construcción se realizó en la época en que se encontraban los azorianos en este lugar, Don Pedro de Cevallos en sus instrucciones al comandante de San Carlos, Fernando de Cossio, el 11 de octubre de 1763, entre otros asuntos, el expresaba “entretanto no se ofrezca alguna cosa más urgente se mantendrán en la misma Villa de San Carlos los 12 (de tropa) que están allí, para ayudar a hacer la Iglesia y casas del pueblo”; la construcción consistió en un rancho de barro y paja brava de los bañados.
El 28 de julio de 1775, la parroquia de San Carlos fue erigida canónicamente, por Monseñor Juan Baltasar Maciel, Vicario General y Gobernador del Obispado de Buenos Aires, por mandato del Sr. Obispo Mnsr. D. Manuel Antonio de la Torre.
En 1778 la ciudad había crecido considerablemente necesitándose un local más grande para sede del culto, comenzándose entonces la construcción de un nuevo edificio de mejor material y mayor consistencia, siendo Vicario Don Silverio Pérez de la Rosa, con toda solemnidad debida efectuó la bendición y demás ceremonias necesarias, tomándose como patrona a Nuestra Señora de la Concepción. El 5 de noviembre del mismo año se colocó la piedra fundamental. El 29 de junio de 1800 fue elegido como patrono San Carlos Borromeo y el 16 de setiembre de 1804 se recibió la visita episcopal.
El edificio de la Iglesia fue declarado Monumento Histórico por Ley en el año 1963.
Corresponde señalar que en el predio de dicha Iglesia fue instalada la primer necrópolis de la ciudad desde 1787 hasta 1850..
Es una de las únicas edificaciones existentes en el mundo con los planos similares a Santa María situada al Sur de España, con estilo romano del Siglo IV.
La primer construcción se realizó en la época en que se encontraban los azorianos en este lugar, Don Pedro de Cevallos en sus instrucciones al comandante de San Carlos, Fernando de Cossio, el 11 de octubre de 1763, entre otros asuntos, el expresaba “entretanto no se ofrezca alguna cosa más urgente se mantendrán en la misma Villa de San Carlos los 12 (de tropa) que están allí, para ayudar a hacer la Iglesia y casas del pueblo”; la construcción consistió en un rancho de barro y paja brava de los bañados.
El 28 de julio de 1775, la parroquia de San Carlos fue erigida canónicamente, por Monseñor Juan Baltasar Maciel, Vicario General y Gobernador del Obispado de Buenos Aires, por mandato del Sr. Obispo Mnsr. D. Manuel Antonio de la Torre.
En 1778 la ciudad había crecido considerablemente necesitándose un local más grande para sede del culto, comenzándose entonces la construcción de un nuevo edificio de mejor material y mayor consistencia, siendo Vicario Don Silverio Pérez de la Rosa, con toda solemnidad debida efectuó la bendición y demás ceremonias necesarias, tomándose como patrona a Nuestra Señora de la Concepción. El 5 de noviembre del mismo año se colocó la piedra fundamental. El 29 de junio de 1800 fue elegido como patrono San Carlos Borromeo y el 16 de setiembre de 1804 se recibió la visita episcopal.
El edificio de la Iglesia fue declarado Monumento Histórico por Ley en el año 1963.
Corresponde señalar que en el predio de dicha Iglesia fue instalada la primer necrópolis de la ciudad desde 1787 hasta 1850..
Si se presta atención al friso de las torres se verá que tienen incrustados platos y jarras de porcelana.
El caso es que cuando se estaba en plena construcción de estas torres se hizo un banquete y para recordar el hecho se reutilizó esta vajilla para ornamentar los frisos. También se pueden observar las fuentes y jarras incrustadas en los ángulos de las torres que ofician de pilas del agua bendita. Uno de los aspectos más interesantes de la Iglesia son las antiguas lapidas que se encuentran en el fondo. Algunas de las mismas, correspondientes a muertos no identificados, hacen referencia al aspecto del fallecido - por ejemplo, una lapida dice: "presumiblemente español debido a su pelo largo". |