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Ubaldina Maurente de Rodríguez (Lubdiana)
LUDBIANA
Ubaldina Maurente de Rodríguez nació en San Carlos en 1875, en la misma casa en que años más tarde nacería otra poetisa: Aura Ferraro. La poesía se manifestó en su vida en su edad escolar. A los 12 años escribió su primera poesía a su padre. Rodó fue motivo de inspiración toda su vida. Sus letras viajaron a Salto, Colonia y Maldonado y luego trascendieron fronteras.Colaboró en la capital con las páginas literarias: “Diario del Plata”, “Página femenina” y “El bien público”.Obtuvo además, premios en poesía.Tuvo un fecundo intercambio con escritores de diversos países. Cuando regresó a su ciudad natal en 1923, en una gran demostración de afecto, le recibieron en Teatro de la Sociedad Unión, cuyo salón fue pequeño para albergar las muestras de cariño. Su modestia le permitió la publicación de un solo libro: “Poesías”. Fue inolvidable su presencia en Sociedad Criolla Los Coronillas, allí entregaba sus décimas patrióticas para avivar la tradición. Falleció el 25 de agosto de 1961.
UBALDINA MAURENTE de RODRÍGUEZ "Ludbiana"
Pocas son las mujeres que nuestro nomenclátor ha incorporado, destacando la merecida trayectoria.
Ubaldina Luisa Maurente nació en San Carlos el 19 de agosto de 1875. Sus padres fueron Abel Antonio Maurente y Pilar Dutra, siendo sus abuelos paternos Ramón Maurente y Ramona Rodríguez, y los maternos José Laurencio Dutra y Joaquina Techera.
Ubaldina Luisa, pasó los primeros años de su vida en el paraje de Guardia Vieja, en donde residían padres y abuelos, con su arraigado amor a la tierra. Cuando llegó el momento de asistir a la escuela, la familia se trasladó a San Carlos y la niña inició el aprendizaje que se impartía entonces, en un centro docente de la población. Despierta, sensible y con un caudal de experiencia adquirida en el medio rural, se destacó pronto, sobresaliendo por su expresión oral y escrita. Desde los diez años escribía poemas y su pasión por las letras le llevaron a cultivar la poesía durante toda su vida.
Con el tiempo, contrajo matrimonio con Juan Rodríguez, hijo de Manuel Rodríguez y Luisa Nieves. Siendo su esposo empleado de Aduana debieron vivir en diferentes lugares del país: Salto, Colonia, Maldonado.
La pareja trajo al mundo tres hijos: Juan Ramón, María Margarita y Ubaldina.
Sus producciones literarias fueron publicadas en revistas y diarios, dentro y fuera del país. "El Bien Público", el diario "El Plata", "La Democracia", divulgaron sus colaboraciones plenas de ternura. Seidentificó con el seudónimo de "Ludbiana" surgido de la combinación de las letras de su nombre.
En 1922 "El Bien Público" convocó a las lectoras a participar en un concurso cuyo tema era: "¿Qué concepto tiene usted del feminismo y la influencia del mismo en el hogar?". Ludbiana fue premiada por su conceptuoso poema. En 1947 dio a conocer su libro "Poesías" donde canta, en especial, a sus grandes amores: padres, esposo, hijos, nietos y amigas predilectas. Durante años, sus versos sencillos pero llenos de emoción, dictaron cátedra de amor, verdad, patriotismo y humildad, enriqueciendo la cultura de
las generaciones del momento.Fue la poetisa "del corazón", como ella lo dijo en el siguiente cuarteto de un poema:
"De aquel amor que ahondó en sus vidas
surgió la mía: floración
de esta existencia sensitiva
que me hizo toda corazón".
Tuvo un fecundo intercambio con escritores de diversos países. Cuando regresó a su ciudad natal en 1923, en una gran demostración de afecto, le recibieron en Teatro de la Sociedad Unión, cuyo salón fue pequeño para albergar las muestras de cariño. Su modestia le permitió la publicación de un solo libro: “Poesías”. Fue inolvidable su presencia en Sociedad Criolla Los Coronillas, allí entregaba sus décimas patrióticas para avivar la tradición. Su vida se apagó el 8 de abril de 1962, en su ciudad natal.
Hacia el oeste de nuestra ciudad, en igual sentido a la calle Carapé, corre Ubaldina Maurente de Rodríguez. Está limitada al sur por la Avenida José Enrique Rodó y al norte por la calle Ejido.
Fuente: Municipio S. C
Ubaldina Maurente de Rodríguez nació en San Carlos en 1875, en la misma casa en que años más tarde nacería otra poetisa: Aura Ferraro. La poesía se manifestó en su vida en su edad escolar. A los 12 años escribió su primera poesía a su padre. Rodó fue motivo de inspiración toda su vida. Sus letras viajaron a Salto, Colonia y Maldonado y luego trascendieron fronteras.Colaboró en la capital con las páginas literarias: “Diario del Plata”, “Página femenina” y “El bien público”.Obtuvo además, premios en poesía.Tuvo un fecundo intercambio con escritores de diversos países. Cuando regresó a su ciudad natal en 1923, en una gran demostración de afecto, le recibieron en Teatro de la Sociedad Unión, cuyo salón fue pequeño para albergar las muestras de cariño. Su modestia le permitió la publicación de un solo libro: “Poesías”. Fue inolvidable su presencia en Sociedad Criolla Los Coronillas, allí entregaba sus décimas patrióticas para avivar la tradición. Falleció el 25 de agosto de 1961.
UBALDINA MAURENTE de RODRÍGUEZ "Ludbiana"
Pocas son las mujeres que nuestro nomenclátor ha incorporado, destacando la merecida trayectoria.
Ubaldina Luisa Maurente nació en San Carlos el 19 de agosto de 1875. Sus padres fueron Abel Antonio Maurente y Pilar Dutra, siendo sus abuelos paternos Ramón Maurente y Ramona Rodríguez, y los maternos José Laurencio Dutra y Joaquina Techera.
Ubaldina Luisa, pasó los primeros años de su vida en el paraje de Guardia Vieja, en donde residían padres y abuelos, con su arraigado amor a la tierra. Cuando llegó el momento de asistir a la escuela, la familia se trasladó a San Carlos y la niña inició el aprendizaje que se impartía entonces, en un centro docente de la población. Despierta, sensible y con un caudal de experiencia adquirida en el medio rural, se destacó pronto, sobresaliendo por su expresión oral y escrita. Desde los diez años escribía poemas y su pasión por las letras le llevaron a cultivar la poesía durante toda su vida.
Con el tiempo, contrajo matrimonio con Juan Rodríguez, hijo de Manuel Rodríguez y Luisa Nieves. Siendo su esposo empleado de Aduana debieron vivir en diferentes lugares del país: Salto, Colonia, Maldonado.
La pareja trajo al mundo tres hijos: Juan Ramón, María Margarita y Ubaldina.
Sus producciones literarias fueron publicadas en revistas y diarios, dentro y fuera del país. "El Bien Público", el diario "El Plata", "La Democracia", divulgaron sus colaboraciones plenas de ternura. Seidentificó con el seudónimo de "Ludbiana" surgido de la combinación de las letras de su nombre.
En 1922 "El Bien Público" convocó a las lectoras a participar en un concurso cuyo tema era: "¿Qué concepto tiene usted del feminismo y la influencia del mismo en el hogar?". Ludbiana fue premiada por su conceptuoso poema. En 1947 dio a conocer su libro "Poesías" donde canta, en especial, a sus grandes amores: padres, esposo, hijos, nietos y amigas predilectas. Durante años, sus versos sencillos pero llenos de emoción, dictaron cátedra de amor, verdad, patriotismo y humildad, enriqueciendo la cultura de
las generaciones del momento.Fue la poetisa "del corazón", como ella lo dijo en el siguiente cuarteto de un poema:
"De aquel amor que ahondó en sus vidas
surgió la mía: floración
de esta existencia sensitiva
que me hizo toda corazón".
Tuvo un fecundo intercambio con escritores de diversos países. Cuando regresó a su ciudad natal en 1923, en una gran demostración de afecto, le recibieron en Teatro de la Sociedad Unión, cuyo salón fue pequeño para albergar las muestras de cariño. Su modestia le permitió la publicación de un solo libro: “Poesías”. Fue inolvidable su presencia en Sociedad Criolla Los Coronillas, allí entregaba sus décimas patrióticas para avivar la tradición. Su vida se apagó el 8 de abril de 1962, en su ciudad natal.
Hacia el oeste de nuestra ciudad, en igual sentido a la calle Carapé, corre Ubaldina Maurente de Rodríguez. Está limitada al sur por la Avenida José Enrique Rodó y al norte por la calle Ejido.
Fuente: Municipio S. C
LUDBIANA MAURENTE POETISA CAROLINA POR MIROPE MEDINA
En los 50 años que llevamos escribiendo en medios de varias ciudades, varias veces hemos escrito notas referidas a la poetisa Ubaldina Maurente de Rodriguez, que popularizó el seudónimo de Ludbiana. La excepcional intelectual carolina, nació el 19 de agosto de 1875, en una antigua casona de la calle Treinta y Tres.
Su padre se llamaba Abel Maurente y su madre Pilar Dutra. “La Abuela de los Poetas” como la llamábamos los amigos, tuvo una destacadísima actividad literaria, escribiendo en la prensa del Uruguay y otros países. Sus poesías recorrieron el mundo con elogios de la prensa especializada.
En 1913, se casó con Juan Manuel Rodríguez. Su esposo tuvo importantes cargos en las aduanas de Salto y Colonia. Varios años vivió Ludbiana en esos departamentos. Fue madre de tres hijos: Margarita, Ubaldina y Juan Ramón. En 1947 regresó al departamento y se radicó en la ciudad de Maldonado para luego regresar al fecundo suelo de su ciudad natal.
Su muerte ocurrida el 8 de abril de 1962, entristeció a los amantes de las letras. Guyaú decía: “La poesía del alma es la que inspira los sentimientos nobles y los escritos nobles”, y esa era la poesía de Ubaldina Maurente.
En 1923 se realizó un homenaje a esta ilustre mujer y con la firma de “Mito” se publicaron estas estrofas en su honor:
El talento y las virtudes
de la poetisa Ludbiana
jubilosa nuestra Villa
a homenajear hoy se afana
De su numen siempre brotan
como tímidas violetas,
sus endechas y sus rimas
delicadas y perfectas
ante el amor y el cariño
ella tan solo se inspira;
y si escuchamos gozosos
los acordes de su lira
es porque al alma nos llegan
sus cantares y poesías,
cual aromas exquisitas,
cual arrullos y armonías.
Y es, por eso que le ofrendan
sus amigos y sus fieles
la diadema, inmarcesible
de los clásicos laureles.
El 6 de octubre de 1951, hubo otro homenaje no oficial en el teatro de la Sociedad Unión, homenajeándose junto a otras dos intelectuales. Entre 1939 y 1941 dirigió la página literaria del periódico fernandino “Tribuna Libre”. Publicó también sus poesías en otros medios comarcanos como “Unificación”, “Punta del Este”, “Combate”, “San Carlos”, “La Voz del Pueblo”, “La Democracia” y entre varias publicaciones del exterior, como “El Noticiario” de Costa Rica.
Como siempre sucede con los ricos en inteligencia y pobres en lo económico solo pudo editar un libro llamado precisamente “Poesías”. Referente a ese libro y agradecimiento a Ludbiana por habérselo enviado de regalo, David Urbín, escribió un verso del cual incluimos solamente unas estrofas:
SI YO CONSIGUIERA
Si yo consiguiera que mi pobre pluma
dijera todo lo que siento en el alma;
si yo consiguiera tener la fortuna
que lleva en su alma la grande Ludbiana.
Este libro suyo que tengo en mis manos
como una reliquia, reliquia sagrada,
por ser hijo noble de un gran sentimiento
se unirá a las obras por mí más preciadas.
En agosto de 1991, recordando fecha de su nacimiento escribíamos una nota en su homenaje y en parte decíamos: “Como hongos después de la lluvia, aparecen seudo intelectuales, que no se sabe como logran editar sus pretendidas obras literarias a todo lujo, mientras quienes merecen ser reconocidos son dejados de lado por las autoridades. Claro no se le puede pedir peral al olmo. Muchos carolinos somos analfabetos (me incluyo entre ellos) y es así que nos olvidamos de nuestros grandes poetas. Además es notorio que en muchos períodos, entre quienes han gobernado San Carlos, hubo gente que nada entiende de estas cosas, tan lindas para el espíritu. Con autoridades analfabetas, es difícil que la cultura avance. Que el autor de esta nota no tenga mucha cultura, que tampoco la tengan el común de la gente que vive en este suelo arcilloso puede suceder y no molesta mucho. Pero los que rigen los destinos de una ciudad deberían tener un mínimo de cultura y educación. Esperemos que los gobernantes actuales y la Comisión de Cultura, se decidan a gastar algún peso para difundir la obra de Ludbiana. No solo de pan vive el hombre… “
Eso escribíamos hace casi 20 años. ¿Ha cambiado algo? Quizás sí, aunque no todo lo
necesario.
Finalizamos esta breve semblanza de Ubaldina Maurente de Rodriguez con una de sus poesías escritas en verso
CARTERO
Cartero… ¡Cuántas veces, bajo el sol caliente,
el frio que entumece, o la lluvia cruel,
nos alcanza tu mano generosa y humilde
una carta que tiene, el sabor de la miel.
¡Cuántas veces me diste las cartas de mi madre,
que esperaba mi alma, con amante ansiedad!
Y hoy me traes la del hijo; que en la ausencia reclamo
Y que el muy perezoso; pocas veces me da.
¡Cuántas cosas tan bellas en las cartas nos dejas!
¡Cuántas cosas lejanas nos acercas cordial,
teniendo así los lazos de amistades y afectos
que cruzan el espacio en un vuelo fugaz!
¡Cómo abrimos los sobres con mano temblorosa
queriendo su misterio ansiosa develar!
A veces la esperanza, la ilusión otras veces,
allá en los años mozos; cuando es dulce soñar.
Cartero… Cuando llegas a mi puerta siento
que contigo tenemos una deuda moral…
Tú traes en tus alforías el palpitar del mundo,
todo lo grande y bello del ritmo universal.
Y si alguien te esperara, por otros intereses
que no sean los que el alma ha puesto en su ideal,
¿Qué importa? Tú Cartero, llegarás como siempre
Trayendo la armonía del ritmo universal!!
Texto de: Mirope Medina
Su padre se llamaba Abel Maurente y su madre Pilar Dutra. “La Abuela de los Poetas” como la llamábamos los amigos, tuvo una destacadísima actividad literaria, escribiendo en la prensa del Uruguay y otros países. Sus poesías recorrieron el mundo con elogios de la prensa especializada.
En 1913, se casó con Juan Manuel Rodríguez. Su esposo tuvo importantes cargos en las aduanas de Salto y Colonia. Varios años vivió Ludbiana en esos departamentos. Fue madre de tres hijos: Margarita, Ubaldina y Juan Ramón. En 1947 regresó al departamento y se radicó en la ciudad de Maldonado para luego regresar al fecundo suelo de su ciudad natal.
Su muerte ocurrida el 8 de abril de 1962, entristeció a los amantes de las letras. Guyaú decía: “La poesía del alma es la que inspira los sentimientos nobles y los escritos nobles”, y esa era la poesía de Ubaldina Maurente.
En 1923 se realizó un homenaje a esta ilustre mujer y con la firma de “Mito” se publicaron estas estrofas en su honor:
El talento y las virtudes
de la poetisa Ludbiana
jubilosa nuestra Villa
a homenajear hoy se afana
De su numen siempre brotan
como tímidas violetas,
sus endechas y sus rimas
delicadas y perfectas
ante el amor y el cariño
ella tan solo se inspira;
y si escuchamos gozosos
los acordes de su lira
es porque al alma nos llegan
sus cantares y poesías,
cual aromas exquisitas,
cual arrullos y armonías.
Y es, por eso que le ofrendan
sus amigos y sus fieles
la diadema, inmarcesible
de los clásicos laureles.
El 6 de octubre de 1951, hubo otro homenaje no oficial en el teatro de la Sociedad Unión, homenajeándose junto a otras dos intelectuales. Entre 1939 y 1941 dirigió la página literaria del periódico fernandino “Tribuna Libre”. Publicó también sus poesías en otros medios comarcanos como “Unificación”, “Punta del Este”, “Combate”, “San Carlos”, “La Voz del Pueblo”, “La Democracia” y entre varias publicaciones del exterior, como “El Noticiario” de Costa Rica.
Como siempre sucede con los ricos en inteligencia y pobres en lo económico solo pudo editar un libro llamado precisamente “Poesías”. Referente a ese libro y agradecimiento a Ludbiana por habérselo enviado de regalo, David Urbín, escribió un verso del cual incluimos solamente unas estrofas:
SI YO CONSIGUIERA
Si yo consiguiera que mi pobre pluma
dijera todo lo que siento en el alma;
si yo consiguiera tener la fortuna
que lleva en su alma la grande Ludbiana.
Este libro suyo que tengo en mis manos
como una reliquia, reliquia sagrada,
por ser hijo noble de un gran sentimiento
se unirá a las obras por mí más preciadas.
En agosto de 1991, recordando fecha de su nacimiento escribíamos una nota en su homenaje y en parte decíamos: “Como hongos después de la lluvia, aparecen seudo intelectuales, que no se sabe como logran editar sus pretendidas obras literarias a todo lujo, mientras quienes merecen ser reconocidos son dejados de lado por las autoridades. Claro no se le puede pedir peral al olmo. Muchos carolinos somos analfabetos (me incluyo entre ellos) y es así que nos olvidamos de nuestros grandes poetas. Además es notorio que en muchos períodos, entre quienes han gobernado San Carlos, hubo gente que nada entiende de estas cosas, tan lindas para el espíritu. Con autoridades analfabetas, es difícil que la cultura avance. Que el autor de esta nota no tenga mucha cultura, que tampoco la tengan el común de la gente que vive en este suelo arcilloso puede suceder y no molesta mucho. Pero los que rigen los destinos de una ciudad deberían tener un mínimo de cultura y educación. Esperemos que los gobernantes actuales y la Comisión de Cultura, se decidan a gastar algún peso para difundir la obra de Ludbiana. No solo de pan vive el hombre… “
Eso escribíamos hace casi 20 años. ¿Ha cambiado algo? Quizás sí, aunque no todo lo
necesario.
Finalizamos esta breve semblanza de Ubaldina Maurente de Rodriguez con una de sus poesías escritas en verso
CARTERO
Cartero… ¡Cuántas veces, bajo el sol caliente,
el frio que entumece, o la lluvia cruel,
nos alcanza tu mano generosa y humilde
una carta que tiene, el sabor de la miel.
¡Cuántas veces me diste las cartas de mi madre,
que esperaba mi alma, con amante ansiedad!
Y hoy me traes la del hijo; que en la ausencia reclamo
Y que el muy perezoso; pocas veces me da.
¡Cuántas cosas tan bellas en las cartas nos dejas!
¡Cuántas cosas lejanas nos acercas cordial,
teniendo así los lazos de amistades y afectos
que cruzan el espacio en un vuelo fugaz!
¡Cómo abrimos los sobres con mano temblorosa
queriendo su misterio ansiosa develar!
A veces la esperanza, la ilusión otras veces,
allá en los años mozos; cuando es dulce soñar.
Cartero… Cuando llegas a mi puerta siento
que contigo tenemos una deuda moral…
Tú traes en tus alforías el palpitar del mundo,
todo lo grande y bello del ritmo universal.
Y si alguien te esperara, por otros intereses
que no sean los que el alma ha puesto en su ideal,
¿Qué importa? Tú Cartero, llegarás como siempre
Trayendo la armonía del ritmo universal!!
Texto de: Mirope Medina
Exhalaciones de Ludbiana.
La noche de la ausencia vida mía
negras como las alas del biguá
sobre la clara aurora de otros días
tendió su manto funerario ya.!!
¡Ay! al cruzar del Uruguay las ondas,
el río que de ti me separó
con un jirón del alma hice un pañuelo
para decirte Adiós.
Cruzaba un ave el azulado espacio
y mis suspiros recogió al pasar:
- ella me prometió bajo tu alero
mi adiós y mi suspiro ir a llevar.
¿Me habrá engañado el ave compasiva,
y de mi alma el pálido jirón
el Uruguay en las azules ondas
al perderse fue acaso con mi adiós?
Si es que a ti mis mensajes no llegaron,
es que la amarga pena de ese adiós.
hirió sin duda al ave compasiva
y en tristes soledades se perdió.
La noche de la ausencia vida mía
negras como las alas del biguá
sobre la clara aurora de otros días
tendió su manto funerario ya.!!
¡Ay! al cruzar del Uruguay las ondas,
el río que de ti me separó
con un jirón del alma hice un pañuelo
para decirte Adiós.
Cruzaba un ave el azulado espacio
y mis suspiros recogió al pasar:
- ella me prometió bajo tu alero
mi adiós y mi suspiro ir a llevar.
¿Me habrá engañado el ave compasiva,
y de mi alma el pálido jirón
el Uruguay en las azules ondas
al perderse fue acaso con mi adiós?
Si es que a ti mis mensajes no llegaron,
es que la amarga pena de ese adiós.
hirió sin duda al ave compasiva
y en tristes soledades se perdió.