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Juana Tábarez
TABÁREZ, Juana (Abuela de Luís Cugnetti García )
Muy pocos recuerdan el nombre de Juana Tabárez y a los más les ha sido transmitidos por relatos
familiares. Sin embargo, muchísimos han descansado en sus brazos y recibido la cálida sonrisa de esa
mujer tierna y noble.
Juana Tabárez, comadrona de oficio, ejerció el arte de partera a muy pocos años de iniciado el siglo que
finaliza. Años de pobreza, de falta de conocimientos de higiene. No existían las técnicas y prevenciones
que protegen hoy a la mujer grávida y a su futuro hijo.
Las comadronas se hicieron a fuerza de necesidad, de coraje y experiencia, son símbolo en el desarrollo
de las comunidades.
Juana Tabárez procede de una familia numerosa, siendo sus padres Silvestre Tabárez y Carmen Piada. Se
casó con José García, español, hijo de León García y Baldomera Azofra.
Durante los primeros años de su matrimonio se dedicó a criar sus hijos y a acompañar a su marido en
tareas rurales, habiendo antecedentes de que fue alambra-dor de los campos de Piria.
El viajaba en una carreta con los implementos de trabajo; ella en otra, con los hijos y lo necesario para la
alimentación.
Con el tiempo se dedicó a actuar como partera y atendió a numerosas madres de la villa de San
Carlos y su campaña. La conocimos viviendo en el predio que hoy ocupa la Escuela N° 8 José Enrique
Rodó, estando el terreno beneficiado por frondosos perales. En la esquina de Avenida Alvariza y Reyles,
se levantaba un rancho de buenas dimensiones; en ese lugar vivió muchos años.
De aspecto corpulento, dulce rostro marcado por arrugas y cabellos con pinceladas grises; generalmente
usaba una especie de tapado negro que le daba un aspecto algo severo y se acompañaba de una valija
de cuero donde guardaba lo necesario para la tarea que desempeñaba.
Cuando era requerida de campaña, lo hacía en cualquier medio de transporte de la época: sulky, carro,
caballo. Su permanencia en los hogares infundía confianza, sobre todo en la paciente que recibía palabras
de aliento y bondad. Ejercía su profesión sin interés de lucro; le pagaban, si podían o cuando podían; era
común en esos lejanos años de que hablamos, que la gente de campo pagara con productos del agro.
Entonces doña Juana regresaba cargada de alimentos; una deuda saldada y un "muchas gracias" que la
llenaba de satisfacción. Falleció el 12 de agosto de 1935.
Pasando la vía férrea que nos comunica con el departamento de Rocha y muy cerca del arroyo San
Carlos, está ubicado el barrio Halty, al noreste de nuestra ciudad. Una de las calles de este barrio recibe
el nombre de Juana Tabárez. Corre de este a oeste y comenzando en la calle Raúl Arias Iglesias
desemboca en la Ruta 39.
Fuentes de información: Archivos Parroquiales de San Carlos
Tradición oral de familiares y pacientes
Muy pocos recuerdan el nombre de Juana Tabárez y a los más les ha sido transmitidos por relatos
familiares. Sin embargo, muchísimos han descansado en sus brazos y recibido la cálida sonrisa de esa
mujer tierna y noble.
Juana Tabárez, comadrona de oficio, ejerció el arte de partera a muy pocos años de iniciado el siglo que
finaliza. Años de pobreza, de falta de conocimientos de higiene. No existían las técnicas y prevenciones
que protegen hoy a la mujer grávida y a su futuro hijo.
Las comadronas se hicieron a fuerza de necesidad, de coraje y experiencia, son símbolo en el desarrollo
de las comunidades.
Juana Tabárez procede de una familia numerosa, siendo sus padres Silvestre Tabárez y Carmen Piada. Se
casó con José García, español, hijo de León García y Baldomera Azofra.
Durante los primeros años de su matrimonio se dedicó a criar sus hijos y a acompañar a su marido en
tareas rurales, habiendo antecedentes de que fue alambra-dor de los campos de Piria.
El viajaba en una carreta con los implementos de trabajo; ella en otra, con los hijos y lo necesario para la
alimentación.
Con el tiempo se dedicó a actuar como partera y atendió a numerosas madres de la villa de San
Carlos y su campaña. La conocimos viviendo en el predio que hoy ocupa la Escuela N° 8 José Enrique
Rodó, estando el terreno beneficiado por frondosos perales. En la esquina de Avenida Alvariza y Reyles,
se levantaba un rancho de buenas dimensiones; en ese lugar vivió muchos años.
De aspecto corpulento, dulce rostro marcado por arrugas y cabellos con pinceladas grises; generalmente
usaba una especie de tapado negro que le daba un aspecto algo severo y se acompañaba de una valija
de cuero donde guardaba lo necesario para la tarea que desempeñaba.
Cuando era requerida de campaña, lo hacía en cualquier medio de transporte de la época: sulky, carro,
caballo. Su permanencia en los hogares infundía confianza, sobre todo en la paciente que recibía palabras
de aliento y bondad. Ejercía su profesión sin interés de lucro; le pagaban, si podían o cuando podían; era
común en esos lejanos años de que hablamos, que la gente de campo pagara con productos del agro.
Entonces doña Juana regresaba cargada de alimentos; una deuda saldada y un "muchas gracias" que la
llenaba de satisfacción. Falleció el 12 de agosto de 1935.
Pasando la vía férrea que nos comunica con el departamento de Rocha y muy cerca del arroyo San
Carlos, está ubicado el barrio Halty, al noreste de nuestra ciudad. Una de las calles de este barrio recibe
el nombre de Juana Tabárez. Corre de este a oeste y comenzando en la calle Raúl Arias Iglesias
desemboca en la Ruta 39.
Fuentes de información: Archivos Parroquiales de San Carlos
Tradición oral de familiares y pacientes